jueves, octubre 21, 2010

Puerto Varas





"Puerto Varas"

Carboncillo sobre papel

30 x 21 cm.

Cerro Santa Lucía







"Cerro Santa Lucía"

Carboncillo sobre papel

30 x 21 cm. 

domingo, diciembre 07, 2008

La crítica social y el lenguaje cubista como propuesta plástica en el arte contemporáneo.

Los peruanos somos conocedores de nuestra historia, de nuestro pasado, seguramente por lo poco o mucho que nos hayan brindado en nuestra educación. Pero, somos conscientes de lo que somos en verdad los peruanos; estamos convencidos de todo lo que nos dejaron nuestros antepasados y conocemos cual será nuestro futuro a partir de este momento en los próximos cinco años de nuestras vidas.

Lo más probable es que muchos no lo sepan, o lo que es peor, a nadie le preocupa lo que pueda pasar con el resto de personas, tan sólo piensan en uno mismo; hemos sido y somos egoístas por naturaleza, porque nunca nos preocupamos por el prójimo y somos tan hipócritas como aquellas culturas que vinieron a invadirnos y nos impusieron todas sus costumbres.

Es cierto que si no hubieran venido los españoles a colonizarnos, no seríamos lo que somos en la actualidad; pero también es posible, que nuestro futuro hubiera podido ser más fructífero y más auténtico si no hubiesen venido a arrebatarnos toda la riqueza y a destruir nuestra cultura e identidad.

Resulta tan difícil nombrar los problemas que tiene nuestro país, pareciera que cada día nos acostumbramos más a ver nuestra realidad plagada de malas noticias, muerte, violencia, destrucción, caos; y lo más lamentable es que todos somos indiferentes ante esta situación.

Mi generación nació en un momento en que el Perú ardía en fuego, el pan de cada día eran los apagones de la noche, una sociedad que estaba sumergida en el miedo a causa de los terroristas; coches bomba por todos lados, un toque de queda que mermaba con la libertad de las personas; en fin, toda una época de carencias y pobreza, las que en cierta forma parecería hubiéramos dejado atrás, ahora todo eso cambió y tenemos un mejor país.

Al menos, eso es lo que nos quieren hacer creer nuestros gobernantes, ahora el Perú es un país de oportunidades, con grandes centros comerciales de capitales extranjeros, a los cuales las peruanos van en grandes cantidades a endeudarse y aportar a las ganancias de otros; cabinas de Internet en cada esquina, restaurantes con comidas de todo el mundo, grandes industrias que vienen a aportar con el estado peruano, pero lo único que hacen es explotar a los trabajadores, que tan sólo pueden aspirar a simples contratos para luego ser despedidos sin ningún derecho.

Esto es lo que vemos en nuestro día a día, y por otro lado; las personas más pobres que viven en los conos de la gran Lima, creyendo en el utópico sueño limeño, de las grandes oportunidades de vida; dejan sus tierras por las necesidades que atraviesan, pero el panorama que deben afrontar es muchas veces más deprimente de lo que anteriormente podían haber tenido. No es una novedad, este un camino que se ha ido trazando hace muchas décadas, pero paradójicamente, nadie tiene nunca culpa de nada, y tampoco es posible encontrar las soluciones que puedan cambiar estas realidades.

Principalmente, creo que es un problema de formación; cuando hacemos remembranza del pasado, no sólo encontramos a grandes personajes de la historia que nos han dejado su valioso aporte; sino que además aseguramos que “antes estábamos mejor”, o “antiguamente las cosas no eran así”; de qué depende, que ahora las personas seamos tan indiferentes y egoístas.

Considero que es un problema de educación, pasamos todo el tiempo quejándonos de lo que somos y tenemos; sin embargo, no hacemos un mínimo esfuerzo en cambiar esta realidad. Si tan sólo nos preocupáramos por trabajar con la gente más joven, comenzando por una buena preparación; no basta con dar leche en polvo y arroz en los comedores populares, ni llevando computadoras a los lugares más alejados. Las carencias más importantes son otras, nuestros niños necesitan nutrirse con calidad, pero no sólo físicamente, lo que urge es una alimentación de valores y cultura que puedan hacer de ellos personas de bien, con ganas de superación, que amen y se sientan orgullosos de lo que somos con una identidad nacional definida.

Cuando salgo de viaje a las provincias del país, o recorro Lima por sus diferentes distritos, me pongo a reflexionar sobre la realidad que nos aqueja y de lo que somos los peruanos en verdad; en las similitudes y diferencias que nos caracterizan a los peruanos; su calidad de vida, los contrastes, el hambre, la crisis, la delincuencia, la falta de empleo, etc. Veo tantas personas en la calle que se dedican al trabajo ambulatorio, que vendiendo sus caramelos aspiran a poder tener un plato de comida al día; niños, ancianos, madres con sus hijos en brazos, ex presidiarios; nadie se salva ante la cruel pobreza y los males de la sociedad.

Felizmente existen personas altruistas que trabajan en pro de algunas comunidades, las ONG, o simples voluntarios que entregan su vida a la ayuda desinteresada en lograr cambios favorables en nuestro país. Igualmente en todas partes existen este tipo de personas, que de alguna forma realizan obras de bien social y que sobretodo, se sienten comprometidos por lograr un cambio positivo que alimente y enriquezca nuestro Perú.

De una forma similar, en mi postura dentro de la sociedad en la que me desenvuelvo, la cual me nutre y alimenta, muchas veces del horror y la violencia, también me da alegrías y satisfacciones cuando mis actos ayudan de cierto modo a algunas personas que sufren de algunas carencias. Soy peruana, soy limeña, y trato de ser artista; los dos primeros calificativos me los he ganado porque tuve la dicha de nacer en un país rico y hermoso, el segundo, porque mis padres nacieron y se desarrollaron en esta ciudad; y el tercero, es una constante en mi vida que trato de alimentar día a día, que se mantiene influenciada directamente por esta realidad que me ha tocado vivir, la cual no quiere mostrarse indiferente a los demás y pretende una propuesta educativa y comprometida con la sociedad.
Al desarrollar mi propuesta personal he querido tomar los problemas que en mi humilde criterio, considero son los más preocupantes de nuestra realidad. Estos son: la pobreza, la discriminación, las diferencias sociales y la educación. Sin duda, no son los únicos que tenemos, pero si logramos reflexionar y tomar conciencia de lo que somos en realidad y el compromiso que deberíamos tener todos los peruanos, seguramente que esta lista no sería tan extensa.

Y ya que el lenguaje del arte es el resultado siempre del contacto que tiene los artistas con su medio histórico, social, cultural, etc. Es así, como dentro de mi propuesta plástica denuncio aquellos problemas sociales que más afectan a mi sociedad. El referente más próximo es la ciudad de Lima, donde habita una gran mayoría de peruanos; y que por el problema de la centralización aglomera el caos y las carencias. Busco desarrollar una propuesta con un lenguaje social, pues tomo elementos que se relacionan con nuestro medio y con los cuales podemos sentirnos identificados. Pretendo que estos trabajos hablen por sí solos e influyan a pensar en nuestra situación actual.




Je réve...Le Louvre



Uno de los lugares más añorados para visitar, conocer y disfrutar... algún día...


viernes, diciembre 05, 2008

Generación y Acción



Uno de los saldos más costosos de décadas de crisis y violencia, y de la falta de una política de inclusión, es ese porcentaje de jóvenes cuyas aspiraciones se limitan a tentar suerte tras las fronteras del país. o a flanquear obstáculos y carencias, con el riesgo de no hallar un correlato con proyectos personales. El Instituto de Arte Italiano presenta "Jóvenes Talentos", muestra que reúne a alumnos, de la Escuela Nacional de Bellas Artes y la Facultad de Arte de la PUCP, cuyas carreras se inician a la par que un nuevo gobierno.


"El Estado no aporta presupuestos, ni genera proyectos de desarrollo cultural a nivel nacional, y tampoco se preocupa que las escuelas nacionales tengan la infraestructura adecuada", afirma Giovanna Giraldo, 25, de Bellas Artes. "Además, no hay una participación directa dle medio en la definición de las políticas culturales". Algo que no sólo se debería buscar, sino exigir, piensa.


En cuanto a polémicas iniciativas como el Museo de Arte Contemporáneo, "son importantes si se centran en su carácter colectivo y sus alcances culturales y sociales, no en hacer prevalecer opiniones", dice José Miguel Colmenares, de la PUCP. Igual reserva despierta la posibilidad de un Ministerio de Cultura: "si ya hay un INC que necesita más apoyo, ¿cuán favorable será crear otra entidad, se pregunta Giraldo. "La idea no es "hacer por hacer", sino crear verdaderas herramientas para el desarrollo de las manifestaciones culturales", finaliza Colmenares. (Rebeca Vaisman). Fuente: CARETAS, julio 27, 2006.